Coincidiendo con el día de Sant Jordi, esta bella celebración catalana en la que los enamorados se intercambian rosas y libros, me hace mucha ilusión desvelar el capítulo de introducción de mi primer libro: Pasaporte a la reinvención. ¡Espero lo disfrutes!
Huellas en el mar sangre en nuestro hogar por qué tenemos que ir tan lejos para estar acá, para estar acá. Plateado sobre plateado – Huellas en el mar. Charly García1. EN LA MITAD DE MI VIDA
Actuaba como si fuera invencible, aunque nunca me lo hubiera planteado, una creencia de origen desconocido que tenía desde pequeña y que hacía que muy pocas veces pidiera ayuda. Una característica que contrastaba con la fragilidad que a veces proyectaba. Como si las razones y las emociones, transitaran por senderos diferentes que no se cruzaban jamás. Por eso, era capaz de extraer la fuerza que necesitaba de mi cabeza, aunque por dentro me sintiera rota.
La primera vez que había sentido necesidad de pedir ayuda fue cuando se marchó Chilen. Sin embargo, no lo hice porque tan sólo unos instantes después todo empezó a mejorar, como si el hecho de reconocerlo hubiera sido suficiente. Así que seguí adelante y dejé que mi cerebro tomara las riendas, aunque siguiera afectada por su pérdida y por la pasión que sentía por él.
Sin embargo, esta segunda vez fue diferente. La mala noticia era laboral y la trajo una carta desagradable el día 5 de enero de 2001. El cinco, ése número tan simbólico en mi vida y en una noche tan mágica. Sentí un pánico irracional y repentino que me impidió dormir durante una semana entera, revelándome que esta vez no debía enfrentarlo sola.
Me invadió una intensa sensación de vulnerabilidad, al ver que, entre líneas y haciendo uso de eufemismos diversos, mi jefe me estaba colocando en la puerta de salida de la compañía, confirmando así mi premonición de unos días antes y lo certera que había sido mi intuición.
Me di cuenta del apego que tenía a la estabilidad que me proporcionaba la nómina, la razón principal de aquel miedo. Sí, porque no me gustaba lo que hacía y llevaba tiempo deseando un cambio profesional. Sin embargo, me quedé paralizada al sentir que se avecinaba y que también podía afectar a mi forma de vida.
Me sentí amenazada y por eso, esta vez no dudé en pedir ayuda: médico, abogado, familia y amigos. Todos los expertos y afectos a mi alcance para recorrer con éxito la travesía: el abogado me orientaba, el médico me apoyaba, el psicólogo me escuchaba, Tanit me acompañaba emocionalmente, en pensamientos y en trámites, Javier velaba mi sueño para asegurar mi descanso, mi hermana mayor se erigió en portavoz familiar y Julen me llamaba cada noche para asesorarme. Con una red así, ¡el éxito estaba asegurado!
Lo que parecía un final se convirtió en el principio de un viaje hacia mi renovación, tan expansivo como tortuoso que me acercó a la persona que deseaba ser, recorriendo ese camino eterno en el que todavía estoy inmersa, sólo que ahora fluyendo. Superando los obstáculos que a veces se interponen, uno tras otro. Son ellos los que me descubrieron el instinto de supervivencia y me demostraron que podemos con todo lo que nos ocurra, no porque seamos invencibles, sino porque la realidad casi nunca es tan terrible como nuestros peores miedos. Tenemos más fuerza de la que creemos y por eso, no vale la pena anticipar temores.
También me di cuenta de que cuando no hacemos caso a los sueños que nos pertenecen y los postergamos sin motivo, un día de repente irrumpen, obligándonos a ocuparnos definitivamente de ellos. Adoptan forma de crisis y entonces, ya no tiene sentido esquivarlos por más tiempo.
Y así fue como se materializó el viaje para el que estaba predestinada, el sueño panamericano.
*
El 17 de enero de 2002, a cinco horas de la segunda parte de mi vida, me sentía impaciente. Acostumbrada a tenerlo todo previsto, no conseguía acabar de organizar lo que me llevaba y lo que dejaba, tanto si volvía como si no.
Mi casa estaba a punto de ser ocupada por otra persona y mis dos mochilas ya estaban apoyadas en la puerta de salida, y los mapas, las guías… y muchísimos zapatos…
¿Dónde dejaré todo esto? – me preguntaba.
Entonces sonó el móvil:
– Maite, soy yo, estoy en Barcelona, ¿cuándo te vas? ¿Cómo quedamos? – escuché atónita.
– Era Julen, uno de mis mejores amigos que en aquella época vivía en París.
-No puedo… ya me estoy yendo –de dije, y añadí – Tengo dos horas para acabar de recoger, comer en casa de mi tía, dejar el coche a mi abuelo e irme al aeropuerto.
-¡Ah! Entonces, ¿te piensas ir sin despedirte de mí? ¿No quieres verme? Presiento que no te veré nunca más…–insistió él.
-¡Vale! –claudiqué, de inmediato.
No había tiempo que perder. Lo conocía y por su tono, sabía que no se rendiría. Yo tampoco podía dejar de verlo, apegada como estaba todavía a todo y a todos. Así que, cargué el coche, cerré la puerta de casa con fuerza y corrí a darle encuentro, invadida por una extraña sensación.
La cuenta atrás acababa de comenzar.
FIN
Puedes descargar este capítulo en formato PDF aquí: La mitad de mi vida.
*
Cómpra el libro aquí: Si prefieres la versión tradicional: ¡Quiero el l!
Tu relato me ha generado un interés en seguir leyendo que no se si voy a poder esperar a la siguiente entrega. Un abrazo!
Noemí
¡Gracias Noemí! Has inaugurado los comentarios de este blog, en el que iré comentando cualquier novedad del libro. ¡Me alegro de que te haya gustado! Por cierto, anímate también a suscribirte en «¡Quiero más!» para recibir otro capítulo gratis. Un abrazo, Mjo
Espero que no tardes mucho en publicar la siguiente entrega!!!!!! Tengo mucha curiosidad por ver como sigue, aunque preveo que me va a encantar. Gracias por la iniciativa de compartirlo. Un abrazo fuerte.
Gracias, guapa!! He visto que te has suscrito enseguida, así que prontito llegará!!! El libro completo saldrá en junio pero antes habrá algúna otra sorpresita. Un besazo, Mjo
¡¡¡Por fin he podido leer un capítulo del libro!!!! Me gusta, y tengo ganas de leer más, a ver qué pasa con esta Maite y la segunda etapa de su vida. Enhorabuena! Besos, Barbara.
Gracias!! Qué bien que te guste!! Estoy emocionada con la acogida, pronto nuevas entregas… y enseguida, el libro también!! Besos, Mjo
Me encanta,,, es fresco, natural, vivo….. Ya tengo ganas de leer la siguiente entrega. Toda una sorpresa descubrir que tienes madera de escritora,,,. Enhorabuena!
¡Qué bien haber podido celebrar Sant Jordi desde tan lejos! ¿No? Me alegra mucho tu mensaje y espero que éste sea un pretexto más para mantenernos en contacto. Un beso grande, Mjo
Genial comienzo… y ya se sabe… «lo que bien empieza, bien acaba» ;-).
Mi enhorabuena por este proyecto y mi más sincero respeto y admiración!
¡Gracias! ¡Qué ilusión tu entusiasta comentario! Pronto se irá sabiendo más… estate al tanto!! Un abrazo.
Uau ! me encantó lo que leí ! felicidades y me suscribo ! que manera tan buena de acercarnos tu libro. tenemos un encuentro pendiente ! un beso, Judith
Gracias por tus comentarios y por suscribirte, Judith!! A ver si es verdad que conseguimos vernos un día de estos!! Besos, Mjo
Está muy bien escrito. Por fin, voy a visitar esos mundos de Dios a través de tus ojos. Espero que sirva a los que se han/nos hemos de reinventar como un referente tranquilizador
Gracias, Manuel. ¡Espero que lo disfrutes! Y que facilite tu camino y el de otros, para que no sea necesario ir tan lejos para estar acá, como dice Charly García. Un abrazo, Mjo
es bueno esta bien escrito una alguna vez visitastes el peru sobre todo pisco paracas?
Claro que sí Amichi, ¿cómo no? ¡Pero eso ya lo sabes tú! ¡El mejor cicerone! El ceviche es desde entonces uno de mis platos favoritos, y el pisco el mejor trago… Me he acordado mucho de vosotros… ¡Qué temendo fue lo del terremoto! ¿Cómo seguís?
Genial, quiero seguir leyendo :)))
Ya me he inscrito para la siguiente entrega, gracias por compartirlo, besos!
¡Qué bien tenerte aquí, Miriam! ¡Y de que te interese el libro! La próxima entrega será prontito, en cuanto pueda concretar fechas un poco más… seguramente el capítulo a mediados de julio y el libro a principios de septiembre. ¡Nos ha pillado el veranito! ¡Besos!